
Guardo
en un lugar del corazón
las lágrimas que no escaparon de mis ojos.
Ancladas para siempre
en el rincón mas profundo de mis recuerdos,
dejarán cicatrices en mi alma.
Heridas de viejas batallas,
quedarán sin cerrar.
Y ahora, que busco la paz,
solo puedo abrir los ojos
para que el manantial de mis lágrimas no se agote.